Mallorca es un destino que se puede disfrutar todo el año. En otoño, tiene un encanto especial: temperaturas suaves, menos turistas y paisajes que invitan a recorrer la isla con calma. Aunque un fin de semana puede parecer poco tiempo, si dispones de un coche y un buen itinerario, puedes descubrir los lugares más emblemáticos de la isla.
En este artículo te proponemos un itinerario de 3 días en coche por Mallorca en otoño, pensado para que vivas una experiencia variada que combina mar, cultura, pueblos con encanto y gastronomía local.
Viernes: descubre la zona de Levante
Tu escapada a Mallorca puede comenzar con la zona de Levante, en la costa este de la isla. Es una de las zonas más bonitas y tranquilas.
Cuevas del Drach (Porto Cristo)
Las Cuevas del Drach son una de las visitas imprescindibles de Mallorca y una de las más famosas de la isla. En su interior se esconde un impresionante lago subterráneo, donde incluso se celebran pequeños conciertos de música clásica que convierten la experiencia en algo único. En otoño, al haber menos afluencia de visitantes, la visita se disfruta de manera más tranquila y especial.
Además, la excursión a las cuevas es la excusa perfecta para recorrer Porto Cristo, un encantador pueblo costero con mucho por descubrir: su playa, perfecta para dar un paseo, los restaurantes frente al mar donde relajarse tomando algo, o las tiendas del paseo marítimo. Si te animas a recorrer la calle Sant Jordi, encontrarás Ca’n Llabrés, una tienda emblemática del pueblo, conocida por su encanto y por ser parada obligada tanto para locales como para turistas.
Playas de Cala Millor y Sa Coma
Aunque en otoño e inverno el agua del mar está más fresca y no siempre apetece bañarse, estas playas siguen siendo un lugar maravilloso para disfrutar del Mediterráneo. Pasear por la orilla, sentir la brisa marina y escuchar el sonido de las olas es una experiencia relajante que se vive de una forma diferente cuando no hay bullicio del verano.
Tanto Cala Millor como Sa Coma cuentan con largos paseos marítimos que invitan a caminar tranquilamente junto al mar, andando o en bicicleta.
Capdepera y su castillo medieval
El pueblo de Capdepera es uno de esos rincones con encanto que merece la pena visitar en cualquier época del año. Su gran protagonista es el Castillo de Capdepera, una fortaleza medieval situada en lo alto de una colina que domina toda la zona. El recorrido por sus murallas y torre es un viaje al pasado, y lo mejor llega al asomarse a sus miradores; desde allí se pueden contemplar unas vistas panorámicas espectaculares que abarcan desde el propio pueblo hasta la costa de Cala Ratjada.
Pero la visita no termina en el castillo. Pasear por el centro histórico de Capdepera es también una experiencia encantadora. El ambiente es acogedor y en otoño resulta todavía más auténtico, sin la multitud de turistas del verano. Capdepera combina historia, paisajes y tradición.
Sábado: un día completo en Palma
El sábado lo reservamos para conocer la capital de la isla, Palma de Mallorca. Es una ciudad que combina historia, modernidad, gastronomía y un ambiente cosmopolita. Aquí te dejamos una lista de qué hacer un día en Palma.
La Catedral de La Seu
La imponente Catedral de Palma, conocida como La Seu, es el símbolo más reconocible de la ciudad y una de las catedrales góticas más espectaculares de Europa. Su ubicación frente al mar y su enorme rosetón —uno de los más grandes del mundo— la convierten en un lugar único. En otoño, la luz entra de forma más suave, iluminando el interior con colores mágicos.
La Seu se puede visitar de 10:00 a 17:15, por lo que es fácil encajarla dentro de un itinerario de un día en Palma. Al estar menos concurrida que en verano, es un buen momento para disfrutarla con calma, recorrer sus diferentes capillas y subir a su terraza, desde donde tendrás unas vistas únicas de la bahía y del casco antiguo.
Casco antiguo de Palma
Perderse por las calles del casco antiguo es una de las mejores formas de conocer Palma. Pasear entre callejuelas empedradas, descubrir los patios mallorquines escondidos tras portones de madera o tomar un café en alguna de sus plazas tranquilas es un auténtico plan de otoño. Cada rincón tiene historia: iglesias góticas, palacios señoriales y pequeñas tiendas de artesanía que mantienen el carácter local. Es un recorrido para caminar sin prisa y dejarse sorprender.
Compras y gastronomía
Palma es también un paraíso para las compras. Desde boutiques modernas en Jaime III hasta mercados tradicionales como el Mercat de l’Olivar, donde se puede probar producto fresco y tapas típicas. Si buscas un ambiente más alternativo, el barrio de Santa Catalina es perfecto: cafeterías con encanto, restaurantes innovadores y bares de tapas que por la noche se llenan de ambiente. El otoño es la época ideal para disfrutar de la gastronomía sin las aglomeraciones de la temporada alta.
Atardecer y cena en el Paseo Marítimo
Para cerrar el día, nada mejor que disfrutar de un atardecer frente al mar en Palma. El Paseo Marítimo ofrece un escenario único, con la bahía llena de barcos y el sol escondiéndose tras el horizonte. Es un momento perfecto para hacer una pausa y dejarse llevar por la calma del entorno.
Después, aprovecha para quedarte a cenar en alguno de los restaurantes de la zona. Encontrarás desde propuestas modernas con cocina creativa hasta locales tradicionales donde degustar pescado fresco y tapas típicas mallorquinas. En otoño, el ambiente es más tranquilo y relajado que en verano, lo que lo convierte en el broche ideal para terminar tu jornada en la capital.
Domingo: pueblos de la Serra de Tramuntana y gastronomía local
El último día de tu escapada lo puedes dedicar a recorrer la Serra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sus carreteras panorámicas, sus pueblos de piedra y su gastronomía convierten esta ruta en un plan imprescindible en cualquier visita a Mallorca, y en otoño, con temperaturas suaves y menos tráfico, es una auténtica delicia.
Valldemossa
Considerado uno de los pueblos más bonitos de España, Valldemossa es famoso por su Cartuja, donde vivieron personajes históricos como Chopin y George Sand. Pasear por sus calles empedradas, adornadas con macetas de flores, es una experiencia encantadora en cualquier época, pero en otoño el ambiente es todavía más especial.
No olvides probar la típica coca de patata acompañada de un chocolate caliente en una de sus cafeterías tradicionales: un clásico que nunca falla.
Deià
A solo unos minutos en coche de Valldemossa, encontrarás Deià, un pequeño pueblo enclavado entre la montaña y el mar. Su belleza natural lo ha convertido en refugio de artistas, escritores y músicos de todo el mundo. Aquí el plan es sencillo, pero inolvidable: pasear por sus calles estrechas, disfrutar de las vistas desde sus miradores y, si el tiempo acompaña, bajar hasta Cala Deià para respirar aire marino.
Es un lugar ideal para detenerse a contemplar el paisaje con calma.
Gastronomía de otoño en la Serra
La ruta por la Tramuntana es también una excelente ocasión para descubrir la cocina mallorquina de interior, ideal para los meses más frescos. Platos como el arroz brut, las sopes mallorquines o una buena sobrasada a la brasa son perfectos para recuperar energías después de un día de excursión.
Conclusión
Un fin de semana en Mallorca de para mucho más de lo que imaginas. En solo tres días puedes descubrir cuevas impresionantes en la costa este, perderte entre la historia y el ambiente vibrante y ambiente vibrante de Palma y terminar recorriendo los pueblos más encantadores de la Serra de Tramuntana mientras disfrutas de su gastronomía.
El otoño es una de las mejores épocas para visitar la isla: temperaturas suaves, menos masificación y la posibilidad de disfrutar de todo con calma.
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